Cinco mil revistas y 300 libros sobre la historieta nacional atesora el recinto del barrio Yungay.
por Pía Rajevic - 29/05/2013 - 08:30
500 bocetos originales de 80 dibujantes como Pepo -autor de Condorito-, Percy (Pepe Antártico) o Themo Lobos (Mampato) y una colección de cinco mil revistas y 300 libros ocupan un sitial privilegiado en el Museo de la Historieta. También originales de Coré -ilustrador de la revista El Peneca-, Lukas, Lugoze, Nato, Jimmy Scott o Hervi.
El recinto se emplaza en una antigua casa construida en los años 20 en calle Esperanza 555, en el barrio Yungay. Posee ejemplares de las revistas Disney Las aventuras del Zorro, Tío Rico y Fantasía; de publicaciones de corte bélico y aventuras, como Guerra, Mizomba, Jungla o El Jinete Fantasma, así como clásicos del terror local, como El Siniestro Doctor Mortis.
Su creador es Mauricio García (49), fanático de los cómics. “¿Y por qué no hago un museo?”, se planteó un día este egresado de leyes, oriundo de San Javier.
En noviembre de 2010 el proyecto se hizo realidad, tras comprar una casa en un encantador cité. El lugar escogido no fue casual. García pasó su niñez jugando en la callejuela de ese mismo cité, pues ahí vivieron sus abuelos paternos. Qué mejor escenario para instalar el museo. Poseía algo ritual, de añoranza y evocaciones de tiempos en que la historieta chilena tuvo su época de oro, entre fines de los 40 y los 60. Década esta última en que Chile representó un pujante mercado en ese terreno, distribuyendo a través de editoriales como Zig Zag revistas a toda Latinoamérica e incluso a EEUU con suculentos tirajes, de 50 y 80 mil ejemplares.
Uno de sus últimos hallazgos es haber descubierto quién era un dibujante que firmaba como Tadeo en Topaze y en las revistas Arriba el Telón y Show. Nada menos que el polaco Tadeo Kowaleczko, el arquitecto que trazó la Línea 1 del metro, y padre de la actriz Katy Kowaleczko, quien acaba de visitar el museo para conocer la obra gráfica de su progenitor rescatada por García.
El recinto se emplaza en una antigua casa construida en los años 20 en calle Esperanza 555, en el barrio Yungay. Posee ejemplares de las revistas Disney Las aventuras del Zorro, Tío Rico y Fantasía; de publicaciones de corte bélico y aventuras, como Guerra, Mizomba, Jungla o El Jinete Fantasma, así como clásicos del terror local, como El Siniestro Doctor Mortis.
Su creador es Mauricio García (49), fanático de los cómics. “¿Y por qué no hago un museo?”, se planteó un día este egresado de leyes, oriundo de San Javier.
En noviembre de 2010 el proyecto se hizo realidad, tras comprar una casa en un encantador cité. El lugar escogido no fue casual. García pasó su niñez jugando en la callejuela de ese mismo cité, pues ahí vivieron sus abuelos paternos. Qué mejor escenario para instalar el museo. Poseía algo ritual, de añoranza y evocaciones de tiempos en que la historieta chilena tuvo su época de oro, entre fines de los 40 y los 60. Década esta última en que Chile representó un pujante mercado en ese terreno, distribuyendo a través de editoriales como Zig Zag revistas a toda Latinoamérica e incluso a EEUU con suculentos tirajes, de 50 y 80 mil ejemplares.
Uno de sus últimos hallazgos es haber descubierto quién era un dibujante que firmaba como Tadeo en Topaze y en las revistas Arriba el Telón y Show. Nada menos que el polaco Tadeo Kowaleczko, el arquitecto que trazó la Línea 1 del metro, y padre de la actriz Katy Kowaleczko, quien acaba de visitar el museo para conocer la obra gráfica de su progenitor rescatada por García.
La historieta en Chile
4
Cristian Eric Díaz Castro
Dibujante de historietas, coleccionista, investigador de la historieta, Valparaíso, Chile
Resumen
En colores. Esa es la principal arma de las revistas que serán publicadas durante este período ya por Zig-Zag, Lord Cochrane u otras editoriales menores. La televisión llega lentamente a los hogares, así que los comics siguen siendo el gran medio de entretenimiento, situación avalada por la gran cantidad de ejemplares de cada título promediando los cien mil ejemplares cada uno, por lo que los dibujantes eran muy bien pagados. Surgen los íconos de la edad de oro: Mawa, Mizomba, Dr. Mortis y Jinete Fantasma. Con la llegada del gobierno socialista los comics serán un medio concientizador, propagandista, herramienta que será utilizada por el gobierno militar siguiente. A pesar de lo que muchos creen el noveno arte no muere con la caída de la democracia chilena.
Abstract
Full color. This is the main weapon wielded for the comic books that will be published during this period for the publishing houses Zig-Zag, Lord Cochrane and others. The tv slowly gets into the Chilean homes so the comic books are the popular entertaining medium, situation confirmed for the the big number of issues printed for each title: one hundred thousand each one is the average, so the cartoonist are well paid. The golden age icons are born: Mawa, Mizomba, Dr. Mortis and Jinete Fantasma (Ghost Rider). The coming of the socialist government transform the comic books into a propagandistic tool that will be used later for the military government. However many people think the ninth art does´nt die when the Chilean democracy falls.
1965-1973
El siguiente período se caracteriza por el nacimiento de una miríada de títulos y personajes clásicos y la consagración de las figuras señeras del cómic nacional. Responsables de estas situaciones son la Editorial Zig-Zag, principal difusor para la mayoría de las revistas hasta ese entonces gracias al cuerpo de historietistas que la Editorial cobijaba y Guido Vallejos, editor de muchas publicaciones al alero de Editorial Lord Cochrane, empresa que eligió competir con la ya afianzada Zig-Zag, saturando el mercado con ediciones de material norteamericano. Durante estos años además de la edición de material extranjero en imprentas chilenas ya para revistas o suplementos de periódicos se vive una invasión de revistas importadas, principalmente de México, y la popularización del Universo Disney, el cual es difundido además de las revistas de la Editorial Zig-Zag por la televisión en el espacio dominical de Canal 13 y que generaría al Club Disney, grupo que en su organización tenía una inocente connotación seudomilitar, pues en él se podía ascender en grados mientras más publicaciones con los amigos de Mickey se compraran. En este tiempo también son importantes el radical cambio en la calidad del material impreso y experimentación gráfica, así como la extrapolación de los programas radiales, los radioteatros a las páginas de las revistas, aunque no contaron con la misma aceptación de la versión original. Se debe destacar la importancia de la llegada de los aparatos de televisión que con el tiempo cambiarían los hábitos de los una vez asiduos lectores y las nuevas generaciones. Mención especial merece el hecho de que los actores de las populares revistas de fotonovelas saltarían a este nuevo soporte para seguir interpretando los dramas de la vida, así como la participación de dibujantes en espacios televisivos como Jorge Dahm y Lukas. El cómic en este período fue exaltado en su condición didáctica, y con la llegada del gobierno de la Unidad Popular las temáticas de la editorial estatal pasan a ser nuestra realidad, además de un claro medio panfletario, apoyándose los guiones y el desarrollo de personajes en sondeos en la opinión pública, resultando el material impreso en una cuidada manipulación de texto e imagen. Gracias a esta propicia etapa, con sus errores y aciertos, y donde el dibujante de historietas podía vivir de su oficio gracias a la aceptación de este medio de comunicación y entretenimiento se alcanza la identidad propia de la historieta como lenguaje, dejando definitivamente la estética de principios de siglo y dando origen a la recordada edad de oro del cómic nacional.
Primera tanda: 1965-1968
1965
Desde esta fecha y hasta 1969 la revista Condorito aparecerá tres veces al año. Durante 1965 Click –Meliton Herrera– debuta en el diario Última Hora y comienza su carrera de caricaturista. Importantes títulos didácticos que aparecieron este año fueron:Ases de la Novela, revista mensual de la Editorial Zig-Zag, en colores, en formato tradicional de 32 páginas. Fue una publicación que presentaba adaptaciones al formato cómic de novelas famosas, y se indicaba en al primera página que el contenido era recomendable para lectores desde los catorce años. En el tiro estaba la sección «Ases enseña» a cargo de Miguel Aránguiz, página a veces remplazada por didascalias relatando hechos singulares bajo el título de «Por un pelo». Cuando la historieta no ocupaba la contratapa se publicaba una sección educativa como el deporte en la historia. Algunos títulos adaptados fueron «Los hijos del capitán Grant» en el número 3, «El capitán Tormenta», en el número 7, «El bosque en llamas», historieta dibujada por Ismael Chirón y «Los diamantes de la reina» por Roberto Tapia –Tom– en el número 9, donde también se produce un cambio en el diseño de portada. «Herne el cazador», adaptación de Álvarez con dibujos de Oscar Camino en el número 10. La interesante revista que buscaba validar al cómic en su cualidad tutorial no llegó a la quincena de números. La otra revista fue Hazañas, más tarde Hazañas Históricas, otro título educativo de la Editorial Zig-Zag con comics sobre la vida de personajes y sucesos relevantes en la historia («Alejandro Magno», «Atila», «Scott») u obras famosas («Barracuda» en el número 1, «El Lazarillo de Tormes») Dibujaron en esta revista, que también indicaba los catorce años como edad para empezar a leer y apreciar su contenido: Mario Igor, Juan Francisco Jara, Manuel Cárdenas y Oskar Vega quien debuta oficialmente en el mundo del cómic con «El naufragio de las medusas». Ortiz colaboró con su cómic humorístico «Tintín y Tantán». En la revista aparecerían páginas de interés cultural como «¿Lo supo...o lo olvidó?» o «Recuerde que...» a cargo de infatigable Miguel Aránguiz o bien Andrés Muñoz. En el número 5 aparece un cómic importado, «Tiger Joe» en la historia «Piratas de Bengala», donde tiras diarias se retocaban para adaptarlas al formato de la revista dirigida por E. Pérez, siempre en formato tradicional de 32 páginas en colores que no llega a la docena de números.
Figura 1: Hazañas fue un ejemplo para mostrar la fuerza del cómic como herramienta educativa. Con adaptaciones de obras famosas o biografías de personajes destacados, sin embargo, estos títulos no llegaron a la veintena de ediciones. |
Febrero: Foto Suspenso! NovelasPoliciales Completas, otro título de la Editorial Zig-Zag en un formato grande, de 32 páginas en blanco y negro y de aparición quincenal aprovechando la aceptación de este tipo de narrativa cuando no había televisores en cada hogar ni mucho menos telenovelas. Algunos de los que actuaron en estas historietas fueron Leonardo Perucci, Sergio Buschmann, Lalo Rojas, Judith Renard y Tennyson Ferrada. Dirigía estas producciones el señor Felipe Ravinet. La revista se edita hasta el número 71 (5/67).
12 de febrero: Rocket, revista dedicada a la ciencia-ficción de aparición quincenal, editada por Zig-Zag, reunió al más selecto grupo de dibujantes y guionistas en una publicación que hizo historia, bajo la dirección del genial y visionario Themo Lobos. Los dibujantes que dieron vida a esta, quizás la mejor revista de comics publicada en Chile, indicando a sus personajes habituales, fueron: Gilberto Ulzurrún, Abel Romero, Themo Lobos («Nick Obre agente 0005» en varias aventuras cómicas), Juan Francisco Jara, Christian Pardow («Doctor Drago», «Star Flaherty»), Máximo Carvajal, Lincoln Fuentes, Luis Rozales, Germán Gabler, René Poblete, Juan Araneda, Oscar Camino, Andrés Núñez, Ricardo González, Guillermo Gabler, Urtiaga («La familia Clang» debuta en el número 10 y saldría en casi todos los números; «Los Cucunautas» debutan en el número16 con Guata, Yoyo, Biter, Profesor Palgato y su mascota Ofi en una serie por entregas), Miguel Aránguiz con Sergio Hazeldine («Visita de inspección», su único cómic), Enrique Calvo, Luis Cerna con «Celos», su único cómic serio ya que se dedicó al humor en las páginas de la revista; Ismael Chirón, Hernán Escobar, Bernardo Aravena A., David Maturana («Morgan y la Legión del espacio» con aventuras en el año 2080 junto a «Nelda» y «Juanito», el genio científico en el número 21), José Rubén Orellana, Nano Felgueras Jr. y Rico Cáceres Jr. con el «Planeta Volilandia». Los guionistas que pusieron su talento en estas páginas fueron: José Nazario (Themo Lobos honrando a su padre), Germán y Guillermo Gabler, Alan Time (¿Themo?), Eduardo Smith, Escobar, Sergio Hazeldine, Nelson Rivera, Isabel de Hagel, la infaltable sección «El camino del espacio» por Miguel Aránguiz u Oscar Camino, humor de Cano, Ric, Luis Cerna, Charles, Estades, Hervi, Rufo, Guidú, Pal, Jorcar, Felguerra, Themo, Chiko y Jalid. En el número 9 aparece la intermitente sección correo de la revista donde se acostumbró a negociar colecciones de revistas chilenas. Como bien se postuló antes, esta publicación se destacó por la genialidad de sus historietas entre las que merecen atención especial los siguientes: «El forastero» de Máximo Carvajal (Rocket número 8 del 21/5/65) donde la historia es relatada por un viejo que, siendo niño en un pueblito en medio del desierto norteamericano, en el lejano y salvaje oeste, relata la increíble experiencia que resulta del enfrentamiento de un killer (asesino) tras desafiar al recién llegado forastero, quien resulta ser un hombre venido del espacio, el cual desintegra al pistolero en el singular duelo, causando el asombro entre los lugareños. Tras su victoria el forastero enfila rumbo al desierto y al llegar la noche un bólido luminoso se pierde en el cielo nocturno en medio de un estruendo, dando la respuesta al portento visto, calando en la memoria de quien más tarde relataría el suceso. El siguiente cómic es «Caza increíble» (Rocket número 10 del 18/6/65) de Alan Time y Andrés Núñez junto a Ricardo González, con la historia vivida por unos cazadores que pueden viajar en el tiempo buscando a sus presas, siendo en esta ocasión los dinosaurios. Lo que parecía una sesión exitosa se transforma en pesadilla al ser uno de los cazadores devorado por un reptil gigante. El sobreviviente vuelve en el tiempo para así impedir que suceda el fatal hecho, pero es devorado antes de lograr su cometido generando una paradoja temporal y comprendiendo entonces que el grito escuchado antes de que su compañero fuera devorado era el suyo. En Rocket número 16 (10/9/65) se publica «TV» de Máximo Carvajal, cómic donde un huraño anciano postrado en su silla de ruedas no diferencia ficción de realidad y da por cierto un programa sobre un ataque nuclear de la Unión Soviética contra Estados Unidos, eliminando a su doctor de origen ruso que llega a visitarlo, pero falleciendo de un infarto luego de dispararle, no alcanzando a ver el final del programa ni menos los avisos comerciales. «Umbral» (Rocket número 17 del 24/9/65) de René Poblete es una hermosa alegoría a la suerte que corren algunos niños tras segundas nupcias de sus padres. En la historia un niño que no recibe la adecuada atención de su padre ni menos de su madrastra, la cual quiere internarlo, ve todas las noches un punto de luz en una pared de su cuarto por el cual mira y se fascina, contemplando el otro lado mágico. Cuando llega el momento de ser internado su deseo de escapar posibilita que ese punto de luz se abra y le lleve a un mundo paralelo donde puede vivir feliz junto a sus padres de esta idílica realidad. «Yo» (Rocket número 18 del 8/10/65) de Themo Lobos que, dibujando en un estilo realista presenta una inquietante y original historia en primera persona mostrándonos el mundo desde el punto de vista del protagonista manteniendo la incógnita de su apariencia hasta el final. Tras explicar sus motivaciones para apoderarse del mundo gracias a sus poderes especiales, pero a su debido tiempo, al final debe dejar de levitar pues han llegado sus padres. El misterioso y poderoso personaje es, en apariencia, un tierno bebé. «Vampiros» (Rocket número 19 del 22/10/65) por Christian Pardow es la historia de un grupo de invasores extraterrestres chupasangre que se quiebran los dientes al morder la humana que fácilmente raptaron, mientras en la tierra se preguntan quiénes y para qué se robaron un maniquí. La simpática historia sería copiada años más tarde en una edición de la revista Doctor Mortis. «El primer contacto» es la historia real sobre George Adamski por los hermanos Gabler y Themo Lobos en Rocket número 21 (19/11/65). En esta historieta se narra la vida que llevó después de vivir este ciudadano norteamericano un encuentro del tercer tipo, el cual sería el inicio de un prolongado contacto con seres extraterrestres, los que le proporcionarían información sobre la tecnología de sus naves y un mensaje mesiánico. Adamski moriría en el entredicho. La edición número 22 de Rocket (3/12/65) es un Especial Ovnis. La Editorial habla sobre el tema, y la historieta que sobresale en esta revista es «El regreso de las cruces gamadas» por Máximo Carvajal, con la aventura de Ernesto Barros, reportero del diario Siglo XX, vivida con un misterioso alemán rescatado por la nave Capitán Prat de la Armada de Chile en el Mar Antártico. Rudolf, nombre del náufrago misterioso, estando en el Hospital Naval de Valparaíso junto al reportero, es reducido por agentes de la creída extinta SS, los que llevan al malogrado par al polo sur, donde existe una base secreta en la cual yace hibernando Adolf Hitler. Desde este ignoto búnker los científicos buscan el modo de reinstaurar el Tercer Reich, desarrollando una avanzada tecnología la cual explica el origen de los ovnis, prodigios que resultan ser las naves experimentales de los nazis. Quien se revela a este propósito es el Profesor Múller, el cual ayuda a escapar al reportero, tras lo cual la base explota, salvando al mundo de un nuevo genocidio. Estos son algunos de los grandiosos comics publicados en la revista, la que tuvo su número aniversario en la edición 26, con 68 páginas y publicando en la contratapa las fotos de los colaboradores habituales, donde Themo se pinta bigotes para personificar a su alter ego José Nazario. La genial publicación llegó a su fin en el número 29 (11/3/66), cuando Themo Lobos, su director, se vio agobiado por el trabajo y fue dignamente remplazada por Robot, revista de la misma editorial que ya se venía publicando. En este tiempo la ciencia-ficción gozaba de buena salud reflejada en la distribución de las revistas Más Allá de Argentina y la colección Nebulae de España, obras que inspiraron a los guionistas y dibujantes de la mítica revista Rocket en lo personal, la mejor revista publicada en Chile.
Figura 2: Máximo Carvajal fue uno de los nombres célebres que publicaron en la gran revista Rocket. Acá, en una historia de la edición número 18 uno de los tópicos de sus historias: las paradojas temporales. El dragón al que se hace alusión resulta ser un tanque venido del futuro para salvar a quien aparece en estas viñetas. |
Marzo: De la Historia de Chile y/oForjadores de la Historia de Chile, revista mensual hasta el número 3 para ser bimensual desde el número 4, publicada por Editorial Phoenix, de Viña del Mar, e impresa por Montaña Industrial S.A., con la obra de Enrique Meltcherts. La revista, de 32 páginas en colores presentaba biografías o hechos históricos de nuestro país, y además de comics traía secciones de interés como «Viajando por el mundo», por Enrique Meltcherts; «Del reino animal», a cargo de Eduardo González Olea; «Ventana al saber», de Frederick Melcherts, así como cuentos y leyendas. Mención especial merece el cómic «El valle perdido», de Juan Araneda B., donde el huaso Facundo se adentra en una caverna y llega a un lugar olvidado por el tiempo, muy parecido a la saga de origen norteamericana «Turok», que llegaba en las ediciones mexicanas de Editorial Novaro. En lo que concierne a De la Historia de Chile en cómics, los capítulos publicados fueron: «Lautaro», «O´Higgins», «Vicente Arias», «Arturo Prat», «Gabriela Mistral», «Manuel Rodríguez», «Pedro de Valdivia», «José Miguel Carrera», por citar algunos. La particularidad de estas historietas fue el empleo de reproducciones de cuadros famosos sobre episodios de nuestra historia en algunas viñetas, característica de los dibujados íntegramente por Enrique Meltcherts. Otros dibujantes que colaboraron en esta didáctica revista fueron Isidro Arteaga en solitario o bien en equipo con Oscar Montenegro con guión de Enrique Skinner y letras de Ricardo Rodríguez, como se dio en el número 9 de la revista que en su número 8 fue concebida por la colaboración de Enrique Skinner, Oscar Montenegro y Ricardo Rodríguez. La revista a lo largo de su vida editorial contó siempre con portadas en colores al igual que su interior de 28 páginas, y en todos los números el editor instaba al lector a suscribirse para recibir las 12 ediciones. El proyecto de Editorial Phoenix fue muy simple pero efectivo y es una de las publicaciones que reivindicó al cómic como un útil instrumento de enseñanza, lo cual fue imitado por la Editorial Zig-Zag en esa época.
9 de marzo: Foto Romance, revista semanal de la Editorial Zig-Zag de igual formato que sus predecesoras, presentando comics donde las fotografías son las viñetas y en las que actuaban los famosos de entonces, y otros no tanto que se popularizaron al participar en estas producciones. Entre los conocidos de aquella época se pueden ver a Los Búhos, émulos argentinos de los Beatles, Leonel Lagos, Roxana Ricci, Sonja Jurgens y Mimi Sills. Director de estas creaciones fue el señor Felipe Ravinet. La revista llegaría hasta el número 111(28/4/67).
Figura 3: Robot fue una digna heredera del legado de la revista Rocket, conservando parte del equipo artístico aunque duró un tercio de ediciones que su predecesora. |
26 de Abril: Can-Can, mata tontos graves, como rezaba en sus créditos, fue una revista semanal que aparecía los lunes, dirigida por Guido Vallejos. De 32 páginas contó con las geniales portadas de Pepo, quien también sería director de la revista, aunque hacia el número 30 Renato Andrade –Nato– se hace cargo de la pícara publicación. Entre los dibujantes que participaron en Can-Can estuvieron: Pepo, Nato («Toribio», «Erróneo», personaje que aparecía en una tira de tres viñetas donde la última estaba al voltear la página para dar un final sorpresivo; «Bibit Barot», «Ojetillo», «Un, Dos, Tres») Lukas (siempre a cargo de las contratapas) Roberto Tapia –Tom– («Enanio»), Alhué, Jorcar («Pelópido») Guido («Brujildo») Urtiaga («Saturnino») Jimmy Scott («Bactereológicos») Luis Cerna («Cuchepo», «Ciruja», «Un, Dos, Tres»), Raso («Marmoto», o bien con chistes varios), Tito («Pepe Chaveta»), Jorge Mateluna («El Jeque Arenas», «Ring ring el teléfono», «Manrique el mago»), Pal («Increíble pero incierto»), Hervi («Farzán», «La ventana indiscreta»), Ofer («Cienfuegos el bombero»), Estades («009»), Rocky («Candeladro»), Ariel («Rasputín»), Juan Cano («Fraguita»), Nakor, Ric («Pablo Pencasso»), Arxi, Alex, Percy («Pepe Antártico», «Mundimono» donde usa fotos y dibujos). Además de ilustraciones la revista contaba con los infaltables relatos pícaros o secciones satíricas salidas del genio de Rakatán, Boce, Avelino Urzúa, Sar, Mono, Cuca, Cuchi, El Viejo Chico Vestido de Plomo, Paul, Feñita. Las fotos de vedettes y chicas lindas escasas de ropas estuvieron a cargo de Héctor Morales y Jemago, quienes también desarrollaban las fotonovelas con vedettes nacionales y galanes cómicos como Toño Quintanilla, Tommy Davis, Sergio Feito, Armando Navarrete y Mino Velarde, más tarde conocido como Mino Valdez, donde estos humoristas a veces compartían viñetas con los de tinta como «Toribio» y «Cuchepo», como se ve en el número 18 (23/8/65). La revista que traía póster central en cada edición siempre con interior a dos tintas llegó hasta el número 48 (3/66).
Mayo: Show, la revista que no se lee en cinco minutos fue una publicación semanal con portadas en colores e interior en blanco y negro. Los temas de este semanario dirigido por Juan Rosa de Ventura eran la farándula, la política, el arte, la hípica y el humor. Entre los dibujantes que colaboraron estaban Pekén, quien se encargaba de las portadas; Jalid con Ringo Show y Rague con chistes varios. Además de dibujos se incluían fotos de niñas escasas de ropas en tiro, retiro y contratapa. La revista impresa por La Nación llegó sólo hasta el número 19 (9/65).
10 de agosto: Residencial la Pichanga, una Revista con Scuacs es una publicación con historietas basadas en un popular programa radial. El semanario de Ediciones César Enrique Rossel y salidas de los talleres de Imprenta el Imparcial llega sólo al número 31 (1/3/66).
16 de agosto: Foto Apasionada, otra revista de fotonovelas de la Editorial Zig-Zag y dirigida por Guido Vallejos, siempre en formato grande y material en blanco y negro, repitiendo la fórmula de las demás publicaciones del mismo director, sólo llega hasta el número 41 (3/67), con aparición quincenal.
Figura 4: «Marmoto» de Raso (Raúl Sosa) es uno de los tantos personajes cómicos que se publicaban en revistas colectivas. En este caso pertenece a la revista Can-Can. |
Octubre: Jinete Fantasma, revista señera en el género western o de pistoleros en el lejano, viejo y salvaje oeste narrando la saga del joven hacendado Bobby Noland en su periplo para hacerse hombre en una época hostil donde el más astuto, rápido y fuerte sobrevivía. La revista de la Editorial Zig-Zag servía de complemento a la recién transformada Okey en Jinete Justiciero y pronto le acompañaría Far West. Amenizada con la ficha página «En los tiempos del Far West» de Oscar Camino en el primer número ilustrado por Juan Araneda (quien estaría a cargo de la historia por varios números) se relata cómo el padre de Bobby, Ernie Noland, le expulsa de la hacienda para que conozca lo que es ganarse el sustento y esforzarse para lograr las metas en la vida; quiere que se haga hombre pero lejos de su hogar. El fino joven de veintitrés años acepta y se marcha de la hacienda. Su progenitor sabe que no sobrevivirá la iniciación y encomienda a su fiel capataz, Vance (un tipo rudo que salvó su vida gracias a la intervención de su patrón mucho tiempo atrás), la protección de su hijo con la condición de que este no se entere. Así el cowboy asume la tarea y promete no fallar, pues será su ángel guardián, pero siempre en secreto, un jinete fantasma. Con el correr de las ediciones la leyenda en torno a Vance va creciendo, y se le da un pasado difícil indicando sus orígenes. El vaquero sería hijo de un aventurero y una comanche, lo que le da la oportunidad de aprender técnicas indígenas para sobrevivir. También se dice que su patrón le había salvado de un linchamiento y por eso le profesaba lealtad eterna. Otro aspecto interesante es que entre los indígenas Vance era conocido como Zorro Astuto. Historia tras historia, Bobby sale ileso de los problemas en que se ve envuelto gracias a las intervenciones de su jinete fantasma, aunque en todas sus aventuras el protegido demuestra que valor no le falta. Llegando a la decena de números empiezan a figurar en la revista los guionistas de la serie como Agustín Fernández o Ventura Marín pasado el centenar de ediciones. Las historias del jinete fantasma venían con comics extranjeros de complemento como «Buck Jones», «Bill el sonriente», «Pasos Kid», «Lonely Rock» o «Wagon Wheel». Llegando al número 20 Bobby se convierte en ayudante de sheriff en el pueblo Piedra Larga, cómic aún dibujado por Juan Araneda. Ya en el medio centenar de números se indica que el caballo del jinete misterioso lleva por nombre Estrella Negra y ya las portadas publican en forma intermitente ilustraciones extranjeras de gran calidad. Es en el número 70 donde el jefe indio Mano Fuerte reconoce a Vance por su nombre indio en una aventura donde lucha en contra de los pies negros, hombro a hombro con su protegido, el cual casi lo descubre. Llegando al número 86, ya el jinete misterioso usa disfraz, una capucha blanca con flecos indios para no ser reconocido. Cuando se sobrepasan los 100 números, Bobby llega a ser sheriff de El Dorado, su hogar. Ha logrado su cometido y ya es todo un hombre, pero su vigilante sigue ayudándole, y ayudando a otros en su faceta de vengador misterioso como se ve en el número 132 donde dibuja Lincoln Fuentes. A estas alturas ya Bobby sabe de la existencia del Jinete Fantasma, pero sin saber que es su capataz, el cual se autodenomina como «el espíritu de los sioux que lucha por la justicia». Hacia el número 120 aparece el cómic «Dr. Pill», un cirujano diestro en el uso del revólver que resuelve misterios con sus conocimientos de medicina en historias dibujadas por Guillermo Varas. Las hazañas del Jinete Fantasma en números posteriores serían dibujados también por Leopoldo A. Cortés, como se ve en el número 147, o el inmortal Mario Igor teniendo la revista aparición semanal. Se organizó un extraño concurso en la revista que instaba a llevar tres ejemplares antiguos del Jinete Fantasma al Club Disney para recibir a cambio un banderín con la estampa del personaje impresa, como se ve en un anuncio de la revista número 172 (6/2/70). El número 179 de esta excelente revista (11/5/70) es una edición especial con el triple de páginas siempre en colores donde venían dos aventuras del «Jinete Fantasma» a cargo de Ventura Marín y Onofre, más comics extranjeros como «Florinda», «Wagon Wheel» y «Davy Crocket». Como en todos los títulos que la empresa Zig-Zag vendió a la naciente Editorial Estatal que pronto sería Quimantú, los personajes principales, los clásicos, son desplazados de su protagonismo por nuevas series que trataban otros temas bajo una óptica de contingencia. Esto sucede en agosto de 1971. Es en el número 209 que en el Jinete Fantasma se presenta a «La patrullera 205», un cómic protagonizado por carabineros como el sargento García y el cabo Farías (y que pasaría a la revista Espía 13 cuando esta se convierte en Delito) y «El Manque» (cóndor en mapudungún), el arriero humilde pero orgulloso que se presenta como un gañán solidario y esforzado, un personaje chileno contemporáneo de tomo y lomo que trabaja en Cautín. Respecto del Jinete Fantasma a estas alturas se sabe que Bobby y Vance son medios hermanos por parte del padre, situación que será negada en el 212 cuando Vance se pone de parte de los indios en una disputa de tierras. De allí en adelante se transforma en caudillo. En el número 217 el cómic de vaqueros es desplazado de la titularidad a una segunda posición siendo «El manque» quien inicie el contenido de la revista. En el número 219 las aventuras de Bobby y Vance son relegadas a la tercera posición. Llegando abril de 1972 (no. 221) la revista cambia de nombre quedando como El Manque presentando de contenido al arriero, «Los 5 de la Aurora» y «Perico Ñeque», cómic humorístico de Pepe Huinca. Dibujantes de esta época fueron Manuel Cárdenas, Mario e Hildegardo Igor, Manuel Ahumada, Avelino García, Manuel Soto, Juan Francisco Jara, Manuel Rojas con guiones de Ventura Marín, Juan Bley o José Zamorano. Con esas características la revista llega hasta los 280 números en agosto de 1974, cuando era publicada por la nueva editorial estatal Gabriela Mistral. En este período el Manque va tomando mayor protagonismo activo y de gañán buena gente se convierte en el arriero vengador y vive romances e intrigas siempre montando a su fiel caballo Moro.
Figura 5: Jinete fantasma, el guardián misterioso del joven Bobby Noland usa este disfraz para guardar su identidad del joven hacendado expulsado de su hogar para que se haga hombre. |
11 de octubre: Justiciero y luego Jinete Justiciero a partir del número 860, es el título que ostenta la otrora famosa revistaOkey en la cual aparecían los comics de este personaje. La nueva revista dedicada a los comics de vaqueros continúa con la numeración de su predecesora siendo el número 1 el 844, que es el que figura en portada. La periodicidad de la revista cambia a quincenal en su formato de 32 páginas en colores en la cual sigue apareciendo la clásica página de «Condorito». Como en El Jinete Fantasmaesta publicación también incluye fichas sobre el lejano oeste y reserva las portadas a los pinceles nacionales por varias ediciones, firmando Abel Romero las ilustraciones, pues recién en el número 861 se detectan las firmas importadas. Los comics son de origen extranjero en su mayoría, como «Kansas Kid», «Gringo», «Kit Karson», «Bill el sonriente», «La desgracia del general Custer», «Kid Joe», «Lonely Rock» o «Riffle». Algunos cómics son de origen nacional pero no son firmados. Lo que sí están firmadas son las viñetas humorísticas de Arxi. Llegando a los 870 números aparecen juegos en la revista y siguen las andanzas de «Condorito». Como última edición de referencia está el número 927 (14/1/69).
Figura 6: Intocable, las aventuras de Mizomba, el tabú blanco de Africa, fue una de las tantas versiones libres de la novela de Tarzan. Este título, por el que pasaron destacados dibujantes, fue uno de los más exitosos de la Editorial Zig-Zag y volvió con nuevas aventuras después del golpe militar. |
2 de diciembre: Rakatán, excelente revista infantil de aparición quincenal que contó con la participación de destacados dibujantes nacionales. Esta publicación quiso rescatar el sentido didáctico que la historieta puede tener, por lo que sus comics fueron siempre acompañados de fichas temáticas, las cuales ampliaban el tema tratado en las aventuras de los personajes que daban vida la revista. En la portada del primer número se muestra el desfile de los personajes que darán vida a la revista la cual fue editada por Zig-Zag en colores y en excelente material. El director de esta publicación fue el dibujante Luis Cerna y el representante legal Guillermo Canals. Los comics que alegraron las páginas de esta entretenida publicación fueron «Perico Bla» (Hervi) donde un joven que atiende una librería en calle San Diego viaja en el tiempo para contar en forma amena un poco de historia universal. En su primera aventura deambula por la cultura azteca. Al final de la historia venía la sección «Algo más sobre...», donde se ampliaban los datos sobre la cultura o época visitada por Perico Bla y estaba a cargo del omnisapiente Miguel Aránguiz, encargado de todas las fichas temáticas para los personajes de la revista, tarea que compartiría el señor Eduardo Bañados llegando a la quincena de números. En su segunda aventura (no. 3) Perico Bla pasea por la edad media, en el no. 4 conoce a Gougain, en el no. 5 comparte experiencias con Montgolfier, en el no. 7 se enfrenta al monstruo de Pericostein, y se habla sobre Frankenstein al final de la historia, que es la última en aparecer mientras duró la revista. Otro personaje por destacar es «Quintín Quintay», del ilustre dibujante Lukas, niño marinero que vive sus aventuras navegando junto al Capitán Ferrín a quien salva en un motín a bordo del bergantín Isadora. En sus andanzas marineras no lleva por las rutas donde se cazaban las ballenas y por China (no. 10), por las islas del Pacífico sur, los globos aerostáticos junto al profesor Otto Von Sekka (no. 13), probando los prototipos de submarinos (no. 14), experimentando la navegación a vapor (no. 15), recorriendo Zanzíbar (no. 16). Además, cada historia era complementada por fichas en donde se explicaba por ejemplo la evolución de las anclas, las banderas náuticas, el timón, los submarinos o el arte árabe. La última historia en aparecer fue en el número 17 de la revista, siempre junto a su amigo el capitán Ferrín. «Cavernito» (Luis Cerna) es otro cómic donde se narran las aventuras de un científico chileno y su amigo prehistórico quienes se conocen en su primera aventura en el número 1 de la revista, antecediendo a la idea de Ogú como compañero de Mampato que tuvo Themo Lobos años después. A esta historieta también le sigue la sección «Algo más sobre...», a cargo de Miguel Aránguiz. Las andanzas del singular grupo les llevan a distintos lugares y épocas, y se ven envueltos en asuntos que involucran la Atlántida (no. 3), a los dioses griegos (no. 4) o a Interpol (no. 5), siendo esta su última aparición en la publicación. Las fichas que sucedían a la historieta trataron temas como las fases del huevo, la Atlántida, el mito de Teseo o sobre la Interpol. En el número 2 de Rakatán aparece «Florián González» quien se presenta en portada. El personaje de Pepe Huinca es un agente secreto que tiene su primera aventura en el país de Nieveburgo. Luego deberá detener una revolución en Centroamérica específicamente en Chihuantepec (no. 3 y no. 12) siempre acompañado de su secretaria la fiel Miss Margaret. Más tarde Buenos Aires es el escenario para sus investigaciones (no. 9) así como Chile (no. 11). Los temas que las fichas complementarias trataron fueron sobre los espías en la Segunda Guerra Mundial. En el número 4 debuta «El abuelo Natusalen», un anciano orate que vive aventuras disparatadas junto a Meñique, un niño colorín y «Carboncito», un negrito, cuyas aventuras son dibujadas por Nato. En su primera aparición narra la vida de un ex boxeador y por supuesto la ficha que sigue al cómic trata el tema. En la segunda entrega (no. 7) «El abuelo Natusalén» presenta «10 aventuras de Pirulo» y se trata luego el tema del fútbol. En el número 5 aparece «Mi encuentro con Barbanegra» (Ric), donde Pepe Zeta conoce al legendario pirata, cómic complementado por la biografía del infame personaje. El simpático personaje volverá a tener su segunda y última aventura en el número 8 de la revista. En el número 6 salen en portada el «Capitán Cuncuna y Rakatán» quienes son la novedad en la revista en una historieta con guión de Marcela Cruzat y dibujos de Luis Cerna. En el número 8 aparece «Profesor Sabino y su ayudante Pabilo» (Guidú), con guión de Félix Alarcón. La ficha que le sigue habla sobre el pirata Drake. En el número 9 debuta «Gargarín» (Pepe Huinca), en una clara parodia al astronauta ruso en una aventura titulada «Los esclavos de Venus», en la cual junto a su compañera Valentina desarrollan una larga trama. En en el número 11 sale por fin el personaje «Rakatán», quien da nombre a la revista. Este aparece en portada luciendo un traje muy a lo Supermán, predominando el rojo sobre el amarillo. La historia de este pequeño superhéroe comienza en el momento en que un niño llamado Jaimito conoce a un científico que con un rayo trae del espacio a un bichito que le transfiere poderes al pequeño al decir este la palabra Rakatán. Así, cual Shazam, este adquiere la apariencia de un superhéroe, pero aquí, en su primera historieta, su traje lucirá los colores del famoso Supermán. En el número 12 vuelve a salir Rakatán en la portada, y esta vez en el interior usa los mismos colores que en portada para su traje, rojo y amarillo, los colores definitivos. «Rakatán» vuelve en el número 13 de la revista homónima apareciendo en portada y firmando su historieta Juan Olivares. En esta edición comienza una interesante y pionera sección escrita por Javier Pérez Cartes que trata la «Historia de la historieta», textos que se distribuyen en el tiro y el retiro de la revista. La documentada sección se continuó en las siguientes ediciones de Rakatán. Además, en el mismo número se anunciaba la pronta aparición de la revista Cuncunacon los personajes «Peuco Larraín», «Choly el ratón» y «Bichicún», una serpiente con tronco humano. En futuras publicidades sobre la nueva revista se anunciaría la inclusión del cómic «Clorifila», de origen europeo y ya editado en al extinta revista El Peneca, y que la «Historia de la historieta» sería continuada en Cuncuna tratando el cómic de humor. En el número 14 de Rakatán este aparece compartiendo portada con «Quintín Quintay» y su cómic nuevamente lo firmaría Juan Olivares. También en este número debutan las «Aventuras del conscripto Eulogio», de Pepe Huinca (personaje que se repetiría en la siguiente edición de Rakatán). En el número 18 (29/11/66) el último de la instructiva revista, los comics que despiden esta interesante publicación nacional son «Quintín Quintay», «Rakatán» por J. Olivares, además de los juegos que venían incluyéndose desde el número 11, y la «Historia de la historieta» de Javier Pérez Cartes quien se despide de sus lectores. Se debe destacar el hecho de que el personaje Rakatán, el pequeño émulo de Supermán y compañía vistió un traje que será reutilizado poco tiempo después por «El capitán Júpiter», personaje del mismo autor del niño con poderes mágicos, el dibujante Luis Cerna, en una especie de extrapolación.
Diciembre: Sueños Maravillosos, revista dedicada a la ciencia-ficción, el misterio y la fantasía. Editada por Zig-Zag y de aparición mensual, en un formato tradicional de 32 páginas en colores contó con los dibujos de Juan Araneda, Enrique Calvo, Abel Romero, Germán Gabler, Oscar Camino, Tero y Ric (ambos dedicados a la página de humor) todos partícipes de la genial revista Rocket. La revista contó con interesantes historias herederas de la calidad de la difunta revista dirigida por Themo Lobos y notas de interés cultural a cargo de Luis Durán, pero no contó con la misma acertividad en las portadas, su único punto débil. El último número de Sueños Maravillosos fue el 11 (10/66).
Figura 7: Soledad fue una revista dedicada a los románticos y entre sus méritos está el haber publicado guiones de los lectores en alguno de sus números. |
Diciembre: Mundos Fabulosos, fue otra revista de comics de ciencia-ficción editada por la Editorial Zig-Zag con los dibujantes que participaban en Rocket como Juan Araneda y Omar Ramírez, Lincoln Fuentes, Germán Gabler, Máximo Carvajal, el autor estrella de este tipo de publicaciones, Oscar Camino, Enrique Calvo y Samuel además del humor dibujado por Ric, Ortiz, Hervi, Chito, Nano y Alex. La revista dirigida por Gilberto Ulzurrún también traía fichas didácticas a cargo de Miguel Aránguiz y Ortiz, y alcanzó a salir durante 10 números (8/66). En esta interesante publicación también las portadas fueron el punto débil de la revista. Un cómic por destacar es «El duelo» del número 6, dibujada por Andrés Núñez, donde un ser sin sombra desafía en la pampa chilena a los diestros en el uso del corvo a quienes aniquila uno tras otro hasta que llega al pueblo de Codompa, donde lucha contra su último oponente que con una daga de plata le pone fin . Al partir el vencedor de la lid se ve que es un fraile. Lo sacro aniquiló al maligno ser, quien dejó sólo una negra mancha en el suelo como vestigio del singular duelo.
1966
En esta época dos dibujantes tenían presencia en la televisión: Jorge Dham en el canal 9 (hoy 13) y Lukas en la señal del canal de la Universidad Católica de Valparaíso. Durante este año se publicó la revista Agente Silencio, editada por Zig-Zag, no sobrepasando la decena de números. El material que publicaba, de origen británico, fueron las aventuras de «Paul Temple», el investigador a una tinta en color sepia al igual que «Los Drake». Estos comics eran retocados burdamente para adaptarlos al formato de la revista. En el tiro de la publicación aparecía una sección policíaca a cargo del culto Miguel Aránguiz, donde se trataban temas como la mafia, Edgard Allan Poe, etc. Otro título de este año fue Mony, revista infantil de la Editorial Zig-Zag de aparición mensual, de 32 páginas en colores en formato tradicional, con las aventuras de una traviesa niña dibujadas por Edmundo Pezoa C. y guiones de G. Arenas. La niña tenía como compañeros de aventuras a Fife, Pepe y Pinocho. Además de «Mony» la revista traía comics de «Platócrates» (un niño sabiondo que en el número 8 se enfrenta a Megatón) y «Dino», un bebé, del mismo dibujante. En el tiro o retiro venían juegos o material recortable y a veces un cómic de «Mony». La revista alcanza sólo nueve números ese mismo año, donde todas las portadas fueron ilustradas por José Palomo. Al parecer también (según recuerda un dibujante involucrado)Comicnauta, revista de humor fantacientífico dirigida por Agustín Cardemil, hace su aparición. En ella participaron Lukas con «Pepe Loc y su ayudante BRT», más tarde remplazado por «Nelson Soto» (quien debuta oficialmente en el mundo del cómic) con los guiones de Cardemil, José Olivares dibujando «Kosme», una especie de «Magnus robot fighter», y «Zero», un agente espacial alienígena, Mario Igor y Germán Gabler con «Olsen y Antonelli», serie de comandos espaciales, Edmundo Pezoa con «Bon Giorno y Taponcio», con la clásica rutina del científico y su engendro, y Guidú con «Shaskón», un divertido astronauta. De aparición mensual en formato de 32 páginas en colores la revista llegó a la decena de números editada por Zig-Zag.
Enero: Far West, revista de la Editorial Zig-Zag, publica comics extranjeros en colores sobre el lejano y salvaje oeste complementando al Jinete Justiciero y el Jinete Fantasma. Entre las historietas de origen extranjero aparecidas en la revista estaban «Kid Joe», «Kansas Kid», «Gringo», «Vandalia West», «Dick Daring», «Lobo Rojo», «As de oro», «Jed Puma», «Joe Rapiña» (caricaturas) y «Vince Flanagan». En historietas nacionales sobre vaqueros un personaje dibujado al parecer por Roberto Tapia –Tom– y Manuel Rojas, fue «Ray Hunter, el sheriff de los milagros» con guiones firmados por Diego Echeverría. Otros dibujantes nacionales que pasaron por la revista fueron Hildegardo y Mario Igor («Fly Berty, el cazador justiciero»), Juan Bley, Germán Gabler, Nelson Soto y Julio Berrios. Importante es el hecho de que el gran guionista Héctor Germán Oesterheld colaboró en Far West, creando al personaje «Ronnie Lea, el muertero», el cual apareció al sobrepasar la revista la veintena de números. Las historietas de este personaje que era acompañado por Marduke Barney y el sargento Cross en el «Rancho Potrillo» las dibujaron artistas nacionales como Germán Gabler y aparecieron hasta antes de los 90 números editados. Durante el tiempo del gobierno de la Unidad Popular el equipo de historietas de la revista era el siguiente: Manuel Tapia como jefe del departamento de historietas, Ventura Marín como coordinador y guionista, Verónica Jasam para las traducciones, Manuel Cavada en las correcciones, y Luis Huanquel en la coordinación. El título era dirigido por Patricio García. Como en las demás revistas los comics con temática nacional fueron incluidos a partir de agosto de 1971 (no. 137) en este caso C.O.N.U. (Comando Operacional Naval Unido), la saga de los marinos chilenos patrullando los mares del sur en un grupo de siete lanchas que se reparten el protagonismo entre el capitán Vernet y el capitán Faúndez los que compartían sus hazañas y páginas con las aventuras de vaqueros, enfocándose en la vida de los indígenas norteamericanos. La revista sufre un lapso hacia diciembre de 1971, pasando la serie de marinos a la revista Guerra...!, y reanuda su circulación en noviembre de 1972 con historietas solamente del género como «Buffalo Bill», «Gringo», «Vandalia West» y «Sunday», apareciendo quincenalmente los jueves. Tras el golpe militar la revista pasa a editarse por la Editora Nacional Gabriela Mistral (no. 171) En este período publicó copias descaradas de material extranjero, específicamente de la Marvel Comics, en forma de verdaderos pastiches como se ve en los números 201 al 210. Cómics de este tiempo fueron «Búfalo Bill», «Vance Flanagan», «Caco y Baco», «Gringo», «Cheyenne», «Balas en Tombstone» y «Rawhide Kid» (importados), y «Joe el justiciero» de Rubilán Prado, y otras aventuras salidas de los lápices de Juan Francisco Jara, Manuel Rojas y Hernán Conteras en lo nacional. Far West llega a publicarse hasta el número 210 (25/5/75), siempre en formato tradicional de 32 páginas y con portadas de factura extranjera de gran calidad, y por José Araya y Luis Durán cuando edita los burdos plagios por autores nacionales y al tiempo en que venía editándose la revista Caravana.
Figura 8: Jorge Díaz, destacado dramaturgo chileno probó con éxito en el mundo de la narrativa gráfica con chistes cortos de profunda crítica social firmando sus trabajos como Kaín. |
Febrero de 1966: U2, S.O.S. yTrinchera, fueron títulos de la Editorial Zig-Zag dedicados a las historietas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial. El primero se dedicaba a las escaramuzas aéreas, el segundo ahondaba en los conflictos navales y el tercero al combate terrestre. El material era de origen extranjero en su mayoría, y se editaba en tonos sepia, azules o grises en los siete primeros números para luego ser en colores. Los títulos de aparición quincenal traían fichas dedicadas a los temas de cada revista. Por ejemplo en U2 aparecen descripciones de aviones dibujadas por Máximo Carvajal quien dibujó la historieta «Desierto» en Trinchera número 3, e ilustró en forma magistral la vida del general Montgomery en la revista Trinchera número 16 o la historieta «Camaradas» en la no. 34, donde Hernán Jirón dibujó «Plan Barbarroja la Invasión de Rusia». Sin embargo la parte didáctica de las revistas no dura mucho tiempo. Como dato curioso está el hecho de que a veces se intercalaban páginas dibujadas por artistas nacionales en las historietas importadas. S.O.S. llegaría hasta el número 57 (6/68) pues junto a los dos títulos restantes sufrirían una transformación en agosto de 1969, ya que estos se aglutinarían en una sola revista con el título deGuerra...!
Abril: Aprendan a dibujar a Condorito fue un libro especial de la Editorial Zig-Zag con lecciones para dibujar al emplumado en forma correcta, aprovechando el gran éxito del personaje creado por Pepo.
Junio: Paty («Ponytail» de Lee Hollley) fue una revista mensual de la Editorial Lord Cochrane con material sindicado por el King Features Syndicate. La revista fue dirigida por Guido Vallejos y su edición fue la tradicional de 32 páginas en colores en baja calidad de impresión. El tema de la revista eran las aventuras de las calcetineras norteamericanas en la floreciente época del rock y el twist. Además de la serie principal venían cómics del mismo autor como «Cassie» y «Ricky Rock». Cuentos sobre el tema se incluían en sus páginas, como se podía leer en las revistas de La Pequeña Lulú en su diario de vida. La divertida revista alcanzó sólo los diez números (7/67).
20 de junio: Capitán Júpiter considerado erróneamente el primer superhéroe chileno por quienes desconocen a «El meteoro» de Jorcar y «Los paladines del aire» de Pedro Nolasco, aparece en una revista editada por Zig-Zag. El personaje fue creado por el dibujante Luis Cerna quien recuperando el aspecto del traje de su ya cancelado Rakatán visualiza a un individuo de aspecto caucásico, Rex Vane, luciendo la ajustada malla roja con pantaletas, botas, guantes, escudo y capa amarillas. El personaje que vive en Ciudad Feliz surge cuando un grupo de extraterrestres, la patrulla espacial de Júpiter, le confiere un cinturón a Rex, a quien por su intachable conducta en la vida diaria se le ha escogido y llevado al planeta en cuestión. La pieza que le otorgará increíbles poderes para defender la Tierra tiene como único inconveniente un poder de duración limitado y debe ser recargado cada cuarenta y ocho horas en un punto de reunión secreto, estando la base del capitán Júpiter en la Isla de Pascua. En las andanzas del increíble paladín a través del mundo (incluyendo Chile) y otros planetas no podían faltar los ayudantes y amigos del enmascarado como el profesor Erick Vandell y su amiga y eterna novia Mabel Martell, aunque se enamora de Paola en el número 21 en una historia titulada «El enemigo público no. 1» donde el héroe hace de criminal. Enemigos recurrentes fueron el doctor Elemento quien manipulaba las fuerzas de la naturaleza para su beneficio (no. 5 de 10/66), el Dr. Kraut, maligno científico que junto a su jorobado ayudante resucitan a los muertos (no. 8 de 1/67) y por sobre todo un grupo de encapuchados denominados la siniestra organización que posee infinitos recursos que pretenden eliminar al héroe y dominar el mundo a partir del número 12 (5/67). Pero en el número 11 (3/67) ya se habían mostrado varios grupos terroristas en la historia «Los sumergidos» donde ellos se apoderan del gobierno mundial por breve tiempo, y dato curioso es el hecho de que una viñeta de la historia está calcada de una aparecida en el cómic «Mort Cinder» de Breccia. Ferromán aparece como némesis del Capitán Júpiter en el número 16 (9/67), ingenio mecánico que pone en jaque al héroe al ser construido siguiendo las indicaciones que una falsa reportera consiguió del mismísimo héroe, y así logra los méritos para ser miembro de la siniestra organización con el nombre clave de X-A1, la única mujer del grupo, entidad que libera monstruos antediluvianos para dar fin al paladín enmascarado en el número 18 (10/67). En un comienzo las historias tenían guiones de Gustavo Arenas con dibujos de Ernesto López. Más tarde, desde el número 9 (2/67), Lincoln Fuentes alternaría los lápices de la historieta al igual que Manuel López o Luis Cerna quien dibuja en el número 21 (2/68). Se debe destacar que en el número 8 se anunciaba una nueva revista de superhéroes titulada El Espectro, la cual al parecer no se publicó. En el mismo número se resumía el contenido de la siguiente edición que no correspondió a lo editado finalmente, luchas contra el Dr. Muerte, Leucomán y Electro. Otro hecho para sacar a la luz es la inclusión de comics complementarios en la revista como lo fueron «Lili Bell» de Luis Cerna, con las andanzas de una joven y su tío, el «Inspector Godoy» en una historia autoconclusiva, donde se debe probar la culpabilidad de una actriz, Linda Star, en la muerte de su marido. No es hasta el número 17 (10/67) que aparece otro cómic complementario titulado «El regreso de Midas», salido del genio de Máximo Carvajal. En el siguiente número el gran autor publica «Enigma en el infierno verde», dejando la siguiente edición lugar a un cómic extranjero de bajo nivel gráfico titulado «El misterio del fulgor». Carvajal vuelve en el número 20 (1/68) con la historia «¿Quién soy yo?», y publica por última vez en la revista en el número 21(2/68) con la historia «El último recurso». En el último número de la revista, el 22 (3/68) la dupla López-Cerna da vida la historia titulada «Gigantes del cosmos», donde el capitán Júpiter se enfrenta a unos colosos extraterrestres que lo capturan como mascota para enfrentarlo a otros seres recolectados en el periplo espacial, pero son derrotados por el héroe máximo de la Tierra. Le acompaña a esta historia un cómic titulado «Un hombre del S.G.S.» de Lincoln Fuentes, historia con las desventuras de Kurt Larsen, miembro del Servicio Galáctico de Seguridad. En la revista de excelente edición de 32 páginas en colores y de aparición mensual no podía faltar el humor, el cual firmaban Ric o Luis Cerna en excelentes acuarelas. La desaparición del Capitán Júpiter en los quioscos pudo obedecer a la competencia de las ediciones mexicanas de Supermán y compañía llegadas semanalmente desde el norte del continente, y la aceptación a títulos de aventuras como los dedicados a la selva, el espionaje, la guerra o el lejano oeste.
Figura 9: U-2, junto a S.O.S yTrinchera fueron los títulos dedicados a los temas bélicos. Con gran aceptación entre los lectores las revistas se aglutinarían en 1969 bajo un solo nombre: Guerra…! |
4 de julio: El Intocable, revista de la Editorial Zig-Zag de aparición mensual por más de una docena de números para ser quincenal luego con las aventuras de «Mizomba» en África de la década del cuarenta. La idea para dar vida al protagonista es una clara alteración de la leyenda de Tarzán. En su primer número con portada de Abel Romero la historia que ocupa completamente la revista (práctica usual hasta la decena de números), y es dibujada por los hermanos Igor y Samuel Gana (a quienes más tarde se les uniría el portadista), narra la leyenda del gigante rubio considerado el enviado de Klitán, señor de la montaña de fuego. Todo comienza cuando naufraga la nave Argos (mismo nombre de la embarcación en que nació el mítico personaje de las novelas Pulp Doc Savage) en la Poza de Kabila en el África ecuatorial. Ahí viajaban la mujer de Sir Ricardo Manley, Diana, y su pequeño hijo, quienes debían reunirse con el aventurero inglés, sin sospechar que mientras encallaban en la costa el lord debía luchar contra salvajes de la región, los Kabilas, tribu antropófaga. Mientras, un joven Mukala de la tribu walkis, huyendo de su enemigo Mukamba da con la frágil embarcación siniestrada y encuentra al pequeño Manley. El aborigen decide entonces cuidarlo para cumplir con la profecía que sus congéneres conocen. Luego halla a la madre del pequeño y desiste de eliminarla. Ella, moribunda, le entrega los documentos que acreditan la realeza del niño y sus orígenes diciéndole en inglés –es británica en la historia– «take care of my son baby» en forma entrecortada a lo que el nativo entiende las últimas palabras como Mizomba quedando ese nombre (no. 5 del 24/10/66). Tras adiestrarlo por quince años regresa triunfal a los suyos con el gigante rubio. Mizomba es utilizado por su padre adoptivo, ahora el hechicero, para gobernar la tribu. A lo largo de muchas ediciones el origen del Intocable será contado una y otra vez añadiendo nuevos datos que alimentan la leyenda en torno al señor de la selva. Para ilustrar la profunda inspiración que el mito de Tarzán significó en la génesis de la revista basta con citar los nombres de los animales que conviven con el gigante rubio. Entre ellos tenemos a Numba el león, Volgan el gorila, Chilka la mona, Iska la serpiente, Likan el leopardo. Además de los comics de Mizomba la revista incluía fichas sobre África, su fauna, geografía y gente, algunas firmadas por Alex Herlitz o la sección «Por un pelo», didascalias relatando salvadas asombrosas. Guionista de la serie fue también José Zamorano, así como Mario Igor compartiría lápices con Abel Romero, como se ve en el número 3 (29/8/66), edición en que se entiende que Karola, la pequeña nativa ayudante de Mukala y que seguirá apareciendo en futuras ediciones, está enamorada de Mizomba. Las aventuras del gigante rubio le harán enfrentarse a: cazadores inescrupulosos como Jack Maston (no. 4 del 26/9/66) que será rival recurrente en la serie, o Bulanka (no. 14 de julio de 1967), el cazador de hombres (Kurdo Renzi, quien siendo el mejor cazador atrapó a Mizomba el que es salvado por la anfitriona de la cacería, la cual es asesinada por su empleado, Kurdo, situación que le lleva a cambiar de nombre jurando vengarse de su presa), pueblos egipcios perdidos en la selva (no. 2 del 1/8/66), o bien romanos establecidos en valles ignotos (no. 7 del 12/12/66), tribus salvajes, extraterrestres (no. 32), los japoneses (no. 68), donde debe salvar a Zirak, un joven rey oriental; ingenios mecánicos como un robot (no. 76 del 15/12/69), o bien tribus de trogloditas y mutantes como Monzón (no. 106 del 22/3/71), gigante que casi lo mata. También en las historias siempre estará presente el misterio que el mar representa para el heredero de Ricardo Manley, la fascinación que la Poza de Kabila ejerce en él. Mizomba da varias veces con los restos del navío Argos y se pregunta sobre el pasado de la embarcación sin sospechar su vínculo a ella. La mascota del Intocable, el perro Kirón, un gran danés, aparece recién en el número 5. Otros dibujantes de la serie fueron Samuel Gana, José Orellana, Rubilar Prado, Manuel Soto, Máximo Carvajal, quien ilustra la importante historia en que un chino, Lin Yan, se hace amigo de Mizomba (no. 31) y le enseña artes marciales. El oriental conocía a Sir Ricardo Manley, recuerdo gatillado al conocer al señor de la selva. También en este número Mizomba encuentra la sortija de su madre. Llegando a la decena de números comenzaron a publicarse comics complementarios en la revista, como «Tipp Kenya», con guión de G. de la Vega y dibujos de Carlos Roume, material argentino que se publicaría durante muchas ediciones. En estas, Oscar Camino se encarga de las fichas temáticas de la revista. Personajes que se relacionan con el misterioso pasado de «El Intocable» fueron Ralki (no. 17), un blanco considerado tótem de los kardonga. Este mítico individuo era el capitán del Argos, William Preston a quien ahora le llaman el Hechizado. Karmina Kauda es otro importante personaje en la leyenda de «El Intocable». La mujer de nombre Mariana y llamada por los indígenas «el ángel de la selva», una vez fue rescatada por Mizomba topa de nuevo con su salvador (no. 23) y se hace amiga de Numba a quien le cambia el nombre por Rey. En esta edición se traslada la acción a Inglaterra para mostrar el momento en que Daniel Manley recibe la herencia que le corresponde a su desaparecido primo, sin sospechar que su prometida Mariana es amiga de él en África. Otro importante eslabón con el pasado de Mizomba es Wilkinson (no. 40) quien de joven halla la Biblia de los Manley en el «Argos», libro que contenía la foto de la desaparecida pareja además de una carta. El caminante en su peregrinar vio morir al último Intocable, y este le señaló que viviría para ver al siguiente, el último según Karik. Con el tiempo extravía la biblia y topa con Mizomba, cumpliendo la profecía, pero muere, no pudiendo ayudar a Ricardo a descubrir su pasado. Al llegar al número 104 la revista ya es editada por Quimantú y Mizomba está más civilizado porque pronto estará dirigiendo guerrillas contra los tiranos de África y ya no viste el traje de leopardo sino camisa, pantalones y botas. En esta nueva faceta de caudillo en la que debe incluso confrontar a un doble suyo, sus historias seguirían apareciendo en el período de chilenización de las revistas estatales. Llegando agosto de 1971 en el número 117 el protagonismo de la revista lo comparten las andanzas de «Manuel Rodríguez» con un marco histórico (1814), reduciéndose las páginas dedicadas al gigante rubio. Además, comienza la historia «Los 5 de la Aurora» (no. 125), cómic con las peripecias de cinco pescadores (Exequiel Santander, el capitán, Pablo, Enrique, Pedro y José, los marineros) en los mares del sur, especialmente en Puerto Montt, teniendo un carácter mezquino la caracterización de los personajes que saben sólo de mar y alcohol. En abril de 1972 todos los títulos de Quimantú sufren cambio de nombre y la revista El Intocable pasa a llamarse Guerrillero (no. 139). Bajo este nuevo enfoque la revista comienza con los comics de «Manuel Rodríguez», pasando Mizomba a ser complemento. En esta época dibujan Adrián Roca, Hildegardo y Mario Igor, José Orellana, Avelino García y Sótero Pérez. Sin embargo pronto Mizomba retoma el protagonismo de la revista y vuelve a ser el campeón de la selva, llegando a la edición número 150. Un giro importante es el hecho de que Karola dio a luz un bebé que es hijo del Intocable, pero para proteger al pequeño se oculta esta paternidad, como se ve en el número 157 (mayo de 1973), donde el bebé vive su primera aventura al ser raptado por una gorila que perdió a su cría. Las historias de este período las guioniza José Zamorano y las ilustra Hildegardo Igor. De complemento aparecen dos comics, algunos firmados por Manuel de la Cruz, comics siempre ambientados en la selva.
Figura 10: Ruta 44 con su temática deportiva y de aventuras contó con los guiones del legendario Héctor Germán Oesterheld. Germán Gabler unificaría el aspecto gráfico de Jimmy Tornado Salas. |
Julio: El Recluta («Beetle Bailey» de Mort Walker) fue otra revista de Editorial Lord Cohcrane con material sindicado por la King Features Sindycate y dirigida por Roberto Edwards. La revista, además de las historietas del divertido recluta, traía páginas con las travesuras de «Popeye el marino» y notas sobre la vida militar. En igual edición de 32 páginas en colores mal impresas que los demás títulos de la editorial, la revista alcanza como último número el 24 (9/68).
Julio: Popeye fue otra revista de la Editorial Lord Cochrane, con material sindicado por King Features Sindycate. En similar edición de regular calidad de impresión la revista alcanza sólo siete números durante 1966.
Julio: El Gato Félix fue otra de las revistas editadas por la Editorial Lord Cochrane publicando comics importados conseguidos mediante la King Features Sindycate. Al igual que sus predecesores, la edición de 32 páginas tenía una baja calidad en su impresión en colores. Con estas premisas la revista llega, con aparición mensual, hasta el número 23 (1968).
Julio: Mandrake el Mago es otro título que invade los quioscos chilenos gracias a la gestión de la Editorial Lord Cochrane mediante la King Features Syndicate. En las páginas de esta revista además de las andanzas y portentos del más grande ilusionista de las historietas, aparecían comics de otros títulos como «La chica fantasma», propia de la saga del «Duende que camina». En la característica edición de regular calidad la revista de aparición irregular llega hasta el número 20 (9/68).
Julio: Paquita la Traviesa es otra revista de la Editorial Lord Cochrane en colaboración con la King Features Sindycate. La revista publica las aventuras del personaje «Little Iodine» de Jimmy Hatlo. Junto a estos comics estaban los de «Yogurt» y «Jerry Muddle» del mismo autor. Los relatos escritos no faltaron, y correspondían a las travesuras de la pequeña niña. El humor de «Popeye» también se hizo presente en el tiro y retiro de la revista que sufrió el sino de los demás títulos de la prolífica editorial. La revista de aparición mensual y que no llegó a la decena de números tuvo como director a Guido Vallejos y como subdirector a Themo Lobos.
Julio: Henry es otro título de la Editorial Lord Cochrane con material sindicado por la King Fatures Sindycate. Con aparición mensual en igual formato a las demás publicaciones de la casa editorial llega hasta los 22 números (1968).
Julio: Jim de la Selva fue otro de los títulos que aprovechaban la producción norteamericana para abaratar costos. La Editorial Lord Cochrane a estas alturas tenía el mercado saturado de publicaciones para competir con la Editorial Zig-Zag y no cesaría en su práctica. La revista con las aventuras del cazador se complementaban con fichas informativas sobre África, tanto en lo geográfico como en la fauna del lugar y otros lugares exóticos. Además se repetía la fórmula de publicar relatos escritos. Siempre en baja calidad de impresión la revista dirigida por Guido Vallejos logra sólo seis números en el mismo año.
Agosto: Soledad, revista de 32 páginas con cómic extranjero, específicamente de la Fleetway, sobre temas románticos es editada en colores por Zig-Zag. En sus primeras ediciones se instaba a los lectores a enviar sus experiencias para que sirvieran de argumentos para las historietas que eran dibujadas por artistas de la casa editorial. En la edición 23 de la revista aparece un cómic extranjero con claras señas de los retoques locales, más una historia titulada «El ángel de Los Vilos» con dibujos de Abel Romero y guión de J. B. Ortúzar, quien resultó ser un ganador en el concurso «Algo sobre mi vida». La revista en que se publicaba un horóscopo en el tiro alcanzaría una treintena de números.
19 de septiembre: Robot, revista de la Editorial Zig-Zag dedicada a la ciencia-ficción dirigida por Agustín Cardemil que continuó la senda de Rocket, participando en esta nueva revista algunos de sus dibujantes. Entre los artistas que colaboraron con la revista estuvieron: Juan Araneda («El rayo de Aldebarán»), Gilberto Ulzurrún («Hermit el robot» con guión de Lee Kapp, «Ética cósmica»), Lincoln Fuentes («Delincuencia juvenil», «El cielo ajeno» con guión de Isabel de Hagel, «Cacería», «Marciano de carnaval» con guión de Germán Gabler), Oscar Camino («Sección era espacial», «Emergencia» con guión de Isabel de Hagel, «El penal síquico» con guión de J. Vera Hidalgo, «Pachacutec» con guión de Al Venttmar), Juan Francisco Jara («Casi perfecto» con guión de Isabel de Hagel), Máximo Carvajal («El último disparo», «El rescate de Satanás», «Requiem para un robot» donde incluye un poema de «Rubaiyat» de Omar Khayyam adelantándose a lo visto en «5 por infinito» años más tarde, «El sobreviviente», «Intromisión»), René Poblete («Hermit el robot» con guión de Lee Kapp, «La tierra imperial» con guión de E. Dazid), Antonio Benedicto («El ser» con guión de Eva de la Maza, «Itor el monstruo» con guión de Lee Kap), Caro Jiménez («La gran invasión» con guión de Al Ventt Mar). Se caracterizaba el aspecto de la revista por estar la imagen de portada enmarcada en un borde blanco, contrastando con la típica imagen a margen reventado, propia de los comic-books. También se reconocía por la sección de filatelia espacial de la contraportada. Esta excelente publicación siempre mantuvo el formato tradicional en colores de 32 páginas con aparición quincenal y tuvo como último número el 9 (9/1/67).
Septiembre: Tío Rico, otra revista de la Editorial Zig-Zag que aprovechaba la aceptación de los personajes Disney entre los jóvenes lectores de Chile. La revista tendría aparición quincenal y sería otro de los que se mantendrían en los quioscos tras la transformación de Zig-Zag en la Editorial Pinsel.
Octubre: José K firma los «Ercigráficos» en la revista Ercilla.
19 de octubre: Jorge Díaz-Kaín es presentado en la revista Ercilla número 1637. El dramaturgo autor de «Un velero en la botella» y «Donde está mi cepillo de dientes» comienza en la siguiente edición del semanario a dibujar viñetas de humor intelectual y crítico en un estilo caricaturesco y surrealista, bajo el título de «El mundo y Kaín». Sus colaboraciones tendrían un lapso entre agosto y noviembre de 1967.
18 de diciembre: Lukas pasa a trabajar al diario El Mercurio, donde consolidaría su inigualable carrera. Este mismo año recibe el Premio del Círculo de Prensa de Valparaíso.
Oesterheld en Chile. Aventuras tras la cordillera
Figura 11: «Jimmy Tornado Salas» cuando es dibujado por el chileno Hernán Jirón es de apariencia sonsa y caucásica. |
Uno de los períodos menos conocidos y tal vez con mayores confusiones en la obra de HGO, fue su paso por el país hermano. Si bien fue el mismo Oesterheld quien diera pistas sobre algunas de sus obras, el armado de este período se logró gracias a la colaboración de investigadores del cómic chileno como Jorge Montealegre y Cristian Eric Díaz, pero fundamentalmente a la colaboración de quienes trabajaron con él en forma directa y han dejado su testimonio escrito a continuación de este artículo. Ellos son José Palomo, Hervi, y nada menos que Carlos Alberto Cornejo. A todos ellos gracias.
Oesterheld decide su viaje a Chile luego de terminada su aventura con Frontera, hacia fines de la década del sesenta. Allí además de intentar colocar su material, comienza a colaborar con la Editorial Zig-Zag, que había comenzado con la aventura de publicar sus propios comics de factura nacional. Allí HGO realizará varios unitarios para sus distintas publicaciones. A modo de ejemplo diremos que colaboró con la revista de guerra U-2, pero también crearía dos personajes.
Un western, «Ronnie Lea, el muertero» (1967), para la revista Far West, se publicó a partir del no. 20 de la colección, y contaba las aventuras de Ronnie Lea, un justiciero del oeste, criado por los indios navajos, que pelea junto a sus amigos el Sgto. Cross y Marduke Barney, desde el Rancho Potrillo, por imponer justicia en el viejo oeste. Como dibujante principal contó con los dibujos de Germán Gabler.
El otro personaje, también realizado para Zig- Zag, fueron las aventuras de «Jimmy Tornado Salas». Contaba las aventuras de un corredor de carreras y su mundo. Al principio Salas es un corredor de segunda línea, que gracias a una oportunidad logra correr un gran premio junto a su coequiper, el campeón Burt Noran, luego de algunos avatares logran ser grandes amigos; pero Burt muere trágicamente durante el desarrollo de una competencia, de aquí Jimmy continuará solo su camino al podio.
Las aventuras de «Jimmy Tornado Salas», se publicaron en la revista Ruta 44. Entre los dibujantes se destacaron Germán Gabler y Eugenio Zoppi.
La otra editorial en la que colaboró activamente fue en Lord Cochrane, más precisamente en la revista El Pingüino, dirigida en esos momentos por Alberto Vivanco. Para referirnos a este período, extraemos parte de un artículo sobre la mencionada revista publicada en una nota general sobre la historia de la historieta chilena:
«Entre los colaboradores extranjeros, nos parece de gran interés destacar la participación del guionista argentino Héctor Germán Oesterheld, cuyas historietas fueron ilustradas por Hervi (por ejemplo el relato horroroso “La comida del gato”) o en conjunto con Alberto Vivanco y Palomo (“La venganza de Cándido Fonseca”), o tal vez lo que expresa Carlos Alberto Cornejo, revelará cual era la intencionalidad, de que HGO, colaborara en una revista humorística: “Discurrimos un plan audaz: transformaríamos la revista de humor El Pingüino, que Vivanco supervisaba para la Editorial Lord Cochrane, introduciéndole historias de Héctor, disimuladamente... hasta convetirla en Territorio Oesterheld”. Pero los tiempos se volvieron negros, y ya a un lado y otro de la cordillera los sueños y los proyectos se volaron al exilio o se tiñeron de roja sangre»1 .
1967
En este año se publica la revista Aventuras de Aguilucho, otra publicación de la Editorial Lord Cochrane con material sindicado por la King Features Sindycate, en 32 páginas de baja calidad en impresión en colores. Las revistas a veces incluían tiras de «Educando a papá» en el tiro y algunas páginas para colorear. No llegó a la docena de números. Otros títulos fueron Príncipe Valiente, con material sindicado por King Features Sindycate y que alcanza quince números (1968), sufriendo con los mismos padecimientos que los otros títulos de similar contenido como Rip Kirby, otra revista de la Editorial Lord Cochrane dirigida por Roberto Edwards con las aventuras del investigador privado dibujado por Alex Raymond sindicalizadas por la King Features Sindycate. La revista traía además una página de «Educando a papá» en el tiro y retiro. El material de la revista eran las tiras diarias, las que se adaptaban al formato de la revista y eran coloreadas siempre en deficiente impresión. La revista alcanzó diez y siete números (1968). Otro título fue El Fantasma, revista mensual con el material de la King Features Syndicate editada por la Editorial Lord Cochrane en la edición de 32 páginas a color en baja calidad de impresión. A veces venían historias de «Flash Gordon», «Reina y Jacko», y «Hunter» complementando las del personaje principal y páginas para colorear. Dirigió la edición Roberto Edwards. Como los demás títulos de la editorial la revista tuvo distribución para Latinoamérica. El Fantasma no llega a la treintena de números dejando de editarse en 1969. Flash Gordon fue otro de los títulos de la Editorial Lord Cochrane (para competir con la Editorial Zig-Zag por la supremacía de los quioscos), con las andanzas del entonces popular personaje sindicado por King Features Sindycate, y tuvo aparición mensual bajo la dirección de Guido Vallejos. La revista incluyó una sección correo de la edición original, comics de «Mandrake el Mago», notas sobre astronomía, e incluyó como rareza el mapa de Mongo, el planeta en que el rubio paladín vivía sus aventuras. Flash Gordon alcanzaría como último número el 20 (1968), mientras la competencia que cambiaba el diseño de su logotipo editaba Colección Súper Fantástica, revistas en pequeño formato editadas por Zig-Zag publicando material británico de corte policial y fantástico en librillos de 64 páginas y en blanco y negro. En la revista semanal se alternaban las aventuras de «El Araña», «Garra de acero», «Barracuda» y «Johnny Nero», respectivamente y alcanzaron una decena de ediciones. Además de la historia principal las revistas incluían juegos de ingenio, datos curiosos y comics ingleses de corte humorístico como «Sporty» de Reg Wootton teniendo como referencia a «Barracuda».
Figura 12: «Jimmy Tornado Salas» cuando es dibujado por el argentino Zoppi luce un aspecto latino y audaz. |
Enero de 1967: Ruta 44, revista de comics mensual de la Editorial Zig-Zag dirigida por Héctor Herrera y luego E. Pérez con historietas sobre el automovilismo. Entre los comics que aparecieron en esta entretenida revista estuvieron los de «Dick Colvert y Cerebro Stanley», material de origen británico, cuyas aventuras se alternaban en las ediciones de Ruta 44. Dick es un piloto inglés que junto a su ingeniero Stanley Cooper viajan a Estados Unidos a buscar fama y fortuna. Además del material extranjero publicado se destaca en lo nacional el cómic sobre «Lorenzo Varoli», legendario automovilista chileno que en 1948 ganó el Gran Premio General Insa Arica-Santiago, como se ve en el número 27 donde el logo de la revista lleva como subtítulo As de las Pistas. Mención aparte merece la historieta que fue el corazón de la revista: «Jimmy Tornado Salas», personaje emblemático de la publicación. Los guiones fueron escritos en su mayoría por H. G. Oesterheld y los dibujos estuvieron en los inicios a cargo del chileno Hernán Jirón y el argentino Zoppi, quienes se alternaban en las aventuras. El origen del destacado piloto de carreras se narra en el número 5 de la revista, donde Hernán Jirón pone los lápices al servicio de una efectiva historia. Por una carretera semiolvidada de Oregon, Estados Unidos, va el empresario Ruby Simpson quien ve acercarse una camioneta vetusta a la que desafía logrando sólo ser humillado por el conductor del vehículo que sobrepasando los límites de velocidad permitidos se pierde en el horizonte. Altamente disgustado Ruby llega a una gasolinera, y para su sorpresa quien le atiende es el conductor osado con que se topó en el camino: Jimmy Salas, quien es increpado por el empresario, lo que llama la atención del dueño del local (Mallory’s es el nombre de la gasolinera), quien le explica que Jimmy corrió de esa manera porque traía un medicamento para la nieta. Entonces Ruby cambia de actitud al enterarse además de que Jimmy será despedido porque ya no tienen clientela. El empresario se interesa en el joven mecánico y lo lleva a la Clover Speedway con la venia de su antiguo patrón. En su nuevo lugar de trabajo en Texas conoce al corredor Chuck Petillo y su mecánico Mike. Chuck le pide a Jimmy que le arregle su carro, el número 44, que sufrió averías tras ser sacado de la pista por Burt Noran, la estrella del lugar. Cuando llega el día de las clasificatorias Chuck sufre la misma suerte a manos de Noran y decide no correr más pidiéndole a Jimmy que lo remplace, pero sin pensar en algún tipo de revancha por lo sucedido. Así, en la carrera final Jimmy se luce disputando la meta con Noran, mas nunca la alcanzan porque se salen de la pista. Burt socorre a Jimmy y le acompaña al hospital, prometiéndole que formarán equipo para lograr grandes metas porque es digno compañero. De esta manera comienza su amistad, que es puesta a prueba en un torneo saboteado en que Burt sale lesionado (no. 8, con dibujos de Jirón) al estar mafiosos involucrados con algunos participantes. Jimmy salva el honor que comparte con su amigo, relación que se verá interrumpida cuando Burt sufre un accidente que le provoca la muerte (no. 9, con dibujos de Zoppi), accidente originado en la enfermedad propia de los automovilistas que produce mareos (vértigo de Ménière). Antes de morir en el hosptial, Burt balbuceante le pregunta si al momento del accidente (estando él a punto de ganar quedando Jimmy segundo) si estaba corriendo con todo, a lo que Salas responde que sí. Eso quería saber. Son las últimas palabras de Noran quien acto seguido fallece quedando Jimmy desolado. Esta historia dibujada por el trasandino y todas las que él dibujó sobre Salas tienen la particularidad de que Jimmy es presentado con cabello negro y Burt rubio, cuando lo regular es lo inverso, y así sucedía con los demás personajes que sufrían alteraciones respecto de los comics dibujados por Hernán Jirón y más tarde Germán Gabler. El amor no podía estar ausente en la vida del corredor, ya que aparece una joven en desgracia, Helen, quien necesita dinero (no. 10 con dibujos de Zoppi). La muchacha, hermana del difunto Burt, no consigue apoyo de Simpson, pero Jimmy secretamente le ayuda con la complicidad del pequeño hermano de Helen, Bobby, con quien acuerda decir que el dinero, ganado en los torneos, lo aporta Simpson, a quien se le advierte del acuerdo. De esta forma comienza la relación y Jimmy recupera la confianza para volver a correr. Pero no todo es color de rosas, pues cuando su jefe el señor Simpson pierde una apuesta Jimmy se entera de que él estaba en juego y debe aceptar las condiciones, no pudiendo competir en la gran carrera, sino en una de un pueblito mexicano, Redondeles, contra la estrella local, elChino Mejías (no. 11 con dibujos de Jirón), contra quien debe perder según le advierte la mafia local si quiere salir con vida. Junto a sus siempre presentes amigos Mike y Chuk Petillo logran que la policía detenga a los delincuentes. En disputada final le dan el triunfo al Chino, pero este le da el dinero (200 dólares) a Jimmy, siendo la más agradecida Helen. La muerte ronda una vez más a Jimmy en una carrera en la que participa un corredor conocido como «el Matador» (no. 14 con dibujos de Zoppi), pues siempre sucede el mismo accidente en la recta final, lo que levanta sospechas. Al final se enteran de que un admirador arregla los cascos para aturdir a los conductores para que se salgan de la pista, situación que Willy Scott, el Matador, no sabía y que reprueba, disputando limpiamente un apretado final con Jimmy. Hasta aquí los comics ocupan la revista en su totalidad para, llegando a la veintena de números publicarse los de Dick Colbert o los de factura nacional como complemento estando las historias de Jimmy dibujadas por Germán Gabler, quien moderniza el aspecto del corredor, quien ahora parece más agente secreto, como se ve en una historia en que es raptado para probar un prototipo de carro cohete que debe alcanzar los 450 kilómetros por hora, ingenio creado por Jonathan Morris, piloto e ingeniero mecánico inglés ya retirado (no. 27). Como medida de fuerza Helen es raptada, por lo que Jimmy, arriesgando su vida, logra el objetivo del ingeniero, pudiendo quedar libre junto a su novia. El desquiciado piloto inglés prueba su creación al máximo y termina muerto al no controlarlo como Salas. Más tarde el corredor de la Clover Speedway trabaja para una compañía francesa, donde defiende a la escudería Blanchard Moteurs del señor Perrier (no. 32) junto a los corredores Giuseppe Renna y Claude Garrauden en competiciones de fórmula 2, situación que se mantiene hasta el final de la serie en 1969.
Figura 13: Colección Súper Fantástica, revista tamaño bolsillo, sirvió de conejillo de indias para lanzar en un formato tradicional los títulos más exitosos que fueron «Jhonny Nero» y «Garra de acero», siendo ambos material extranjero. |
Enero: Jungla, revista de la Editorial Zig-Zag que complementaba a la revista El Intocable y que presentaba las aventuras de «Mawa, diosa blanca del Amazonas, sacerdotisa de la Silla del Diablo (Shaitan ka Singashan)». Ambientados en el Mato Grosso los comics de «Mawa» fueron dibujados en un comienzo por Juan Francisco Jara, el dibujante más representativo de la saga, Hernán Jirón y luego Guillermo Varas, con guiones de Eva Martinic o Juan Marino. La revista también incluyó fichas sobre los temas de la revista (reforzando la idea de que las publicaciones de la gran casa editorial tenían un valor educativo) y otros comics como «Elundí, el jíbaro blanco», junto a su loro Guaca, en historias dibujadas por Máximo Carvajal o «Shekakai, el niño de la selva». Al reconstruir la historia de Mawa reluce su similitud con la de su símil masculino Mizomba. Siendo ella un bebé Lolotó, un hechicero, la encontró y crió. Cuando crece ella recibe de manos de otro hechicero en la Silla del Diablo un misterioso puñal malayo, un kriss que en su mango guarda las fotos al parecer de los padres de la amazona. De esta forma Mawa pertenece al dios Choti Meguí. Junto a Mawa están sus fieles mascotas, los jaguares sagrados Usha y Shak. En sus aventuras la mujer de blanca piel y cabellos negros debe enfrentar diversos peligros: jíbaros belicosos, una falsa hermana (no. 3), mutantes (no. 4), una selva viva (no. 19), los árabes que tiene una ciudad oculta en Sudamérica (no. 29), extraterrestres (no. 42), científicos desquiciados como el Doctor Diablo (no. 63), quien aparecerá a menudo. Llegando a los 70 números la historia sufre un giro importante, pues los seguidores de la diosa blanca son aniquilados en una guerra de tribus, y la amazona debe embarcarse a África tras la muerte de su mentor y protector el brujo Lolotó. Junto a sus mascotas, el anglo hindú Víctor Nagaland y los guerreros Oketé y Kafunga se pone como destino el medio oriente, la India, donde debe encontrar las respuestas para su misterioso pasado. Desde el continente negro sigue navegando por el océano Indico para llegar a Pakistán, como se ve en el número 103, el primero de la era Quimantú donde el cómic lo dibuja Guillermo Varas con guión de Eva Martinic. Como principio para el origen de Mawa en el número 109 (7/71) se plantea el intercambio cultural de los habitantes de la India con Sudamérica en el pasado, teorías que en esos años se popularizaban en libros de Von Daniken o Peter Kolosimo. Como extra viene inserto en esa edición un folleto de la recién aparecida revista Cabrochico –la reproducción de las tapas del primer número– en donde se plantean los motivos que originan la revista para niños. El número 112 de agosto de 1971 ya presenta el cambio de criterios en el ámbito editorial. Compartirán el protagonismo de la revista comics ambientados en Chile o que impliquen conflictos sociales. «Hombres en la jungla» es uno de ellos. En esta historia un grupo humano debe sortear los peligros de la selva amazónica y aprender a convivir con los aborígenes tras caer en su avión en el que huían del dictador Joaquín Cardoso. El grupo de fugitivos los componen Nora, Henríquez, Javier, Leonardo, Elías, Julio y el padre Francisco. Esta historieta la dibujaban Lincoln Fuentes o Julio Berríos con guiones de Ventura Marín. En esta etapa la revista contaba con fichas didácticas en las páginas centrales a cargo de María Cristina Jorquera. El otro cómic es «La legión blanca» ambientado en el Polo Sur con las vicisitudes experimentadas en una base chilena donde se muestra lo difícil de hacer patria en esos parajes, ayudando a expedicionarios argentinos, recordando la hazaña de Shakleton y el piloto Pardo, o incluso el contacto con restos extraterrestres, en una serie que aparecería por 15 entregas. Las aventuras de Mawa venían de complemento y la saga de la sacerdotisa sufre un cambio importante. Hacia el número 135 ya el Doctor Diávolo ha sido derrotado al igual que sus seguidores y Mawa se acerca cada vez más a sus orígenes, pero ya no es la invencible mujer de antes. Con guiones de José Zamorano y dibujos de Roberto Tapia (Tom) o Carlos Mora en menor medida, Mawa va perdiendo protagonismo en su propia serie (Mawa aparece sumisa y débil, incluso la capturan junto a Nala) para darle la titularidad en las acciones a su ayudante Oketé, quien resulta ser un guerrero Damayanti que no recuerda su glorioso pasado en el Tíbet. Esta situación se gatilla en el número 146 (diciembre de 1972) cuando aparece un monje luchador quien derrota a los invasores que asolan el poblado de Raimur donde está Mawa, la amazona que busca respuestas para su pasado. Oketé es herido y el misterioso monje se lo lleva al templo oculto en las montañas para revivirlo. A Oketé este titán le llama «hermano». Para graficar el cambio, incluso el logo de la revista es alterado, eliminando la cara del distintivo tigre rugiente. Las peripecias del grupo se desarrollan en Punyab, un lugar en el Medio Oriente donde deben derrocar con la ayuda del también monje luchador, Karmán (morirá tras su cometido) al majará Randa Prader. Luego de esta aventura Víctor se casa con Nala –dejando a un lado la atracción hacia Mawa sugerida en anteriores ediciones– y vuelven a Sudamérica, mientras que Oketé debe seguir hasta Manchuria para recuperar su vida anterior en compañía de la una vez invencible Mawa. En el número 170, ahora bajo el sello de la Editorial Gabriela Mistral, aún aparece el cómic de «Hombres en la jungla» y el de «Mawa» como complemento, en una aventura en que la amazona da con la ciudad perdida de Kismet –la que queda a la vista en realidad– tras rodar en un alud por las laderas de un lugar de los Himalayas, lo que puede significar la respuesta que Mawa tanto busca ahora en compañía de un investigador indio de nombre Vinkú Tagor, quien por treinta años ha buscado el mítico lugar. Para resaltar que el lugar ha sido olvidado por el tiempo el trío se enfrenta a un pteranodonte y hacen amistad con primitivos hombres subterráneos. En el número 172 de Jungla ya no aparece «Hombres en la jungla», y el cómic de «Mawa» va al comienzo, y la reina del Mato Grosso vuelve a recuperar su protagonismo. En esta edición un anciano, Azmaral, ve a la amazona y cree reconocerla, por lo que trata de entregarle un medallón el cual completa una frase grabada en su kriss. Mientras, Mawa comienza a hablar en caldeo balbuceando la palabra Ananka, que resulta ser una gruta con cualidades especiales y el final del peregrinaje. Así, al número siguiente Mawa se interna en la citada gruta que en su entrada tiene un busto esculpido de ella y que reza en su inscripción «Ananka, reina de los caldeos, aquí se generó su principio y se producirá su fin en el mundo de los mortales. Así lo dice la profecía de los sabios de Caldea. Ella, llegará algún día. Azmaral, el sumo sacerdote, la espera». De esta forma mientras Mawa es tragada por una vorágine espacio-temporal, en otra dimensión una rubia guerrera sufre una suerte similar. Ante la atónita mirada de Oketé y Vinkú su compañera de viaje desaparece, quedando ante el par el inerme cuerpo de la que se convertirá en la nueva protagonista de la revista, Khanda (todo esto en el número 173). Al acercarse a la joven Vinkú puede leer en su cinturón «Khanda, reina de las amazonas de Heraclia», lugar de la cuarta dimensión cambiando ahora el concepto de las aventuras en historias que mucho tienen que ver con el género de la fantasía heroica. Junto a la recién llegada, tras batirse Khanda a duelo con Oketé y luego entender que están del mismo lado (número 175), y explicar que ella huía de la tiranía de su mundo usando un prototipo para viajar por las dimensiones, lo que produjo ese intercambio con Mawa, el renovado trío sigue en busca de la ciudad perdida, refiriéndose los perplejos Oketé y Vinkú hacia su anterior y extrapolada acompañante como esa mujer. Como dato curioso está que este número continúa la trama del número 173, dando la idea de que el número 174 no se editó o tuvo otro contenido ya que se advierte a los lectores que la editorial ha reanudado en forma normal sus faenas. Los comics de este período son dibujados por Lincoln Fuentes, Mario Igor, Julio Berríos o Manuel Cárdenas con guiones de José Zamorano y en ellos los protagonistas deben enfrentarse a un científico expulsado de Kismet, Marzal (no. 177), hormigas gigantes voraces (no. 180), un gigante que resulta ser un héroe y muere por eso (no. 181), Tugur, el hombre bestia (no. 182), quien es el conde Uldar, un habitante de Heraclia que por la negación de Khanda hacia sus requerimientos se transforma en monstruo, y huyendo de su mundo para no herir a su amada igual da con ella en las cercanías de Kismet, a un anciano que desea eliminar a Khanda (no. 183) y la domina telepáticamente logrando que se enfrente a Oketé, a un demente duque de nombre Laudorio (no. 185) que ve en cada doncella a su amada Valeria haciendo que le acompañen en una orgía que termina en matanza cuando el demente desconoce a la mujer invitada, o al mismísimo Vinkú Tagor transformado en un salvaje ser casi simiesco por los gases de la gruta de la salamandra tras ser raptado por guardias de Kismet (no. 190), como arriesgarse en una ciclópea nave espacial (no. 193), o enfrentar a vampíricos seres alados que son mantenidos a raya por los habitantes del bosque que se visten con trajes de muérdago (no. 196, enero de 1975) en una historia en que están los protagonistas a punto de entrar a Kismet. En estas ediciones donde Mario Igor cada vez que le encargaban una historia se lucía con sus diseños de personajes y de páginas, en un género que le sentaba a la perfección, la revista traía juegos de palabras cruzadas basados en ediciones anteriores de cada revista y comics que complementaban la trama principal dibujados por Santiago Peñailillo, Onofre o Avelino Jara con guión de Jorge Yáñez, siempre ambientados en parajes selváticos, así como las infaltables secciones de interés firmadas por Luis Durán. También en este nuevo período mensajes eran escritos al pie de página en forma intermitente a lo largo de cada edición, situación que se repetía en los demás títulos editados por la empresa estatal. La revista no alcanza los 200 números al parecer dejando de salir a quioscos a mediados de 1975.
Figura 14: El Siniestro Doctor Mortis es uno de los más emblemáticos títulos de las décadas del sesenta y del setenta que se origina en un exitoso programa radial de fines de la década del cincuenta. Con historias macabras muy bien dibujadas aun se conserva en la memoria colectiva de los chilenos. |
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